CARNAVALES EN CADIZ

El fin de semana pasado Javier Roca, residente de Cirugia Toracica, nos invito a conocer y disfrutar los carnavales gaditanos. Nos ofrecio su majestuosa casa situada en la playa de La Barrosa de Chiclana de la Frontera para hospedarnos, y fuimos muchos los residentes que acudimos a su llamada, pues esta generosa oferta no se puede dejar escapar. Tras un viaje en cohete espacial aunque el chasis era de un vehiculo de 4 ruedas, acabamos en un cementerio a las 8 de la noche dando vueltas, pero tras unos momentos de incertidumbre encontramos el chalet. Lorena, Javi, Mari Paz, Nacho, Jesus y yo fuimos los primeros en incorporarnos a la vida carnavalesca y comenzamos el viernes con un festin de comida y bebida mientras veiamos la final de los carnavales. Os muestro las fotos del evento. Al dia siguiente tras almorzar en San Fernando, magnifica ciudad de la costa gaditana, compramos mi disfraz de obispo y fuimos a tomar algo en una plaza centrica donde habia mucha gente comenzando a celebrar el carnaval. Luego tras una cena poco ligera comenzamos la trasformacion carnavalesca. Yo iba de obispo, Javi, Jesus, Nacho y Fernando eran las monjas guarrillas, se llamaban Zorr Aida, Zor Aldinha, Zor Presa y Zor Rita, iban perfectamente atabiados con exuberantes ''tetas y culos'' de plastico, como algunos elementos anatomicos masculinos como silbato, y con una gran foto del papa Benedicto XVI en el pecho. Lorena, Monica, Esther y Mari Paz iban de vacas lecheras como podeis ver en las fotos. Tras una larga noche de carnavales en la tacita de plata pude descubrir como la gente vive estas fiestas a lo grande. Es una pasada ver plazas y plazas con miles de personas disfrazadas, buen ambiente, sin peleas, disfraces originales y currados, ... Chirigotas cantando en cada esquina, bromas sobre algunos disfraces, ... Todo un espectaculo que os recomiendo no os perdais si todavia no habeis asistir. Gracias por vuestra Amabilidad y buen trato recibido a Javi, Jesus y a su estupenda madre.

En estas fotos os muestro como son la mayoria de la casas de San Fernando, con unos cierres, o sea ventanales gigantescos y de gran envergadura que ocupan casi toda la cera, al igual que la altura de las casas, no apta para limpiar las esquinas a personas de 1,60 metros.