La noticia he podido leerla en el diario malagueño La Opinion mientras buscaba fotos del hospital en google. No tiene desperdicio que durante unos minutos leais esta cruel y fatidica noticia que se produjo en el hospital donde desempeñamos nuestra labor profesional. Un joven estuvo ingresado 77 dias en la UCI por endocarditis por lo que se deduce en el texto mientras los familiares eran estafados cruelmente.
Os dejo con la noticia publicada en el citado diario el 19 de abril de 2008:
''Me dijo que en 10 días le traía a mi hijo un corazón desde Memphis por 10.000 euros. Detenida una mujer por intentar estafar a la madre de un joven que necesitaba un trasplante. La policía busca a la cómplice que se hizo pasar por doctora''
Un milagro. Confiaba en un milagro y una mujer, que poco a poco se fue ganando su confianza, se lo ofrecía a cambio de 10.000 euros. La cantidad era lo de menos, porque lo único en lo que pensaba Raquel era en salvar a su hijo. Tenía 19 años y una bacteria le había destrozado el corazón. Tres operaciones en apenas un mes y medio no habían dado resultado y ni siquiera el trasplante parecía una opción viable debido a la infección. Entonces apareció Carmen A. R. en la sala de espera de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Carlos Haya, un fatídico 13 de febrero, y, "como otra persona más que tiene a un pariente ingresado", se sentó junto a ella. Narró su historia, también con un hijo enfermo, y las dos mujeres se sintieron unidas por el dolor común. "Era una persona amable, educada, hablaba de su hijo y se interesaba por los demás pacientes, sobre todo por los que necesitaban un trasplante. Me dijo que conocía a una doctora, a una eminencia, que igual podía ayudarnos y que, si queríamos, nos ponía en contacto con ella telefónicamente", revivió ayer Raquel.Memphis. En esos momentos, argumenta esta mujer, cualquier posible solución se antoja única y una madre, desesperada, hace lo que sea por su hijo. Así que Raquel accedió. "Llamamos a la otra implicada, que se describía como una investigadora muy prestigiosa, bióloga, doctora... que podía operar donde quisiera, como quisiera, porque ella tenía poder en todos los hospitales de España, y nos dijo que en diez días podía traernos un corazón con un código especial de Memphis (Estados Unidos), pero que necesitaría unos 10.000 euros para cubrir los gastos. Era el milagro que estábamos esperando".La estafadora se comprometía a encargarse ella misma, en persona, del órgano porque tenía un viaje programado a Málaga, según informó ayer la comisaría provincial que, a principios de abril, recibió la denuncia de la afectada."Ves que algunas cosas no cuadran, que no son muy coherentes, pero cuando estás así quieres creer, es la única opción que te queda y te agarras a ella. Pero se destapó todo cuando hablamos con el personal médico y nos aseguraron que Carmen (ahora detenida) no tenía ningún hijo ingresado y que no la conocían". Indignada, con una desagradable sensación de impotencia y de rabia, Raquel se fue para ella y le recriminó su mentira. "Había compartido con ella muchas noches, le había ofrecido de todo lo que tenía, comida, bebida, una manta, una almohada... y me había mentido de un modo tan cruel, es que es lo más cruel que alguien pueda imaginar", describe.Después de justificarse con un "yo sólo quería ayudar", la mentirosa desapareció. Unos días después, el 23 de febrero, el hijo de Raquel falleció. Un mes y varios días después, convencida de que era la única forma de evitar que otras personas pasaran por lo mismo, esta madre hizo acopio de valor y denunció lo ocurrido a la policía. "Estoy convencida de que si lo ha intentado conmigo, lo ha hecho con más personas y que incluso algunas habrán pagado y después no han querido denunciar. Cuando se te muere alguien no piensas en nada más, porque no hay nada peor, pero esta mujer no pude seguir engañando así, riéndose del dolor de la gente, es horrible", lamentó.Funcionarios del grupo de Fraudes de la comisaría provincial localizaron a Carmen, que tiene 45 años y por su acento podría ser de alguna localidad castellana, en el mismo hospital, probablemente buscando a una nueva víctima. Los investigadores buscan ahora a la mujer que se hizo pasar por facultativa desde el otro lado del teléfono.
Unicamente puedo reflexionar que el peso de la ley caiga sobre esta señora y pague por los hechos cometidos, pues lo mas rastrero que es jugar con los sentimientos en momentos de debilidad emocional de unos familiares abatidos por la enfermedad de su hijo, fue aprovechada por esta ''presunta'' estafadora para beneficiarse de 10.000 euros, menuda desvergonzada.