domingo, 1 de junio de 2008

LEED CON ATENCION:

ESTOY INTENTANDO RECOPILAR INFORMACION PARA QUE SEPAIS COMO ESTA EL ASUNTO DE QUE LOS RESIDENTES DE PRIMER AÑO NO PUEDEN POR LEY FIRMAR INFORMES DE ALTA.

La consulta recibida a través de El asesor legal, sección de DM Internet no puede ser más franca: "Los residentes de un centro hospitalario de Madrid (dependiente del Insalud), nos estamos planteando la posibilidad de ejercer acciones de presión sobre la Dirección Médica del hospital. El motivo es la falta de apoyo en el reparto de responsabilidades a la hora de afrontar los conflictos legales que surgen de la atención médica, sobre todo durante las guardias, en las que habitualmente no estamos acompañados de ningún médico de plantilla. ¿Es legal que un médico MIR firme informes de alta, informes de interconsulta, informes de pruebas complementarias (ecografía, TAC, etcétera) sin que en estos documentos aparezca la firma de un médico de plantilla? De ser ilegal, ¿podemos negarnos a dar altas a no ser que las firme un médico de plantilla?"
DIARIO MEDICO ha consultado a diversas fuentes jurídicas, que prefieren permanecer en el anonimato por lo delicado del asunto, lo que no impide que aporten criterios precisos en los que, además, resultan unánimes.
Etico antes que legal
En primer lugar, lamentan que "haya que buscar soluciones jurídicas a un problema que con frecuencia se reduce a que el especialista está durmiendo".
Porque si hay algo que está claro es que "el residente tiene derecho a no tomar solo ninguna decisión de la que dude, por lo que puede y debe recabar la asistencia del tutor siempre que sea preciso".
También hay que tener en cuenta que "las habilidades se adquieren de modo gradual: no es lo mismo un residente de primero que uno de cuarto". En general, siempre según estas fuentes, "puede elaborar informes de interconsulta y, desde luego, solicitar pruebas".
En cambio, "no debe firmar informes de alta, salvo que sean de puerta de urgencias, en la que actúan como cualquier otro de los licenciados que con frecuencia realizan esta función".
El motivo es que el "alta es una decisión muy delicada y es el detonante aparente de muchas demandas civiles o penales". Y no sólo demandas: se trata de un motivo regular de condenas a la Administración o a los profesionales sanitarios.
Por otra parte, un documento asistencial relevante firmado sólo por un residente es punto de partida fácil para una reclamación.
Y es que el Catálogo de Prestaciones -norma básica que regula la asistencia sanitaria- afirma que "dichas prestaciones serán realizadas (...) por los profesionales y servicios sanitarios de atención primaria y por los de las especialidades a que se refieren los apartados 1 y 2 del anexo del Real Decreto 127/84, de 11 de enero, de especialidades médicas".
Tras la barrera
La mayoría de los juristas coincide en que la expresión "los profesionales" confiere al paciente el derecho a ser atendido por un especialista ya formado.
Por último, avala la postura del MIR -para no firmar altas o para consultar al staff siempre que lo estime preciso, sin que por eso se puedan tomar represalias- el hecho de que la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo ha recalcado el carácter de alumnos de los MIR al negar que éstos tengan que prestar servicios mínimos en las huelgas de hospital, pues la asistencia debe cubrirla el staff.
Al riesgo de la soledad se suma el del cansancio
La soledad del MIR es especialmente notoria durante las guardias, a las que suele seguir una jornada de trabajo ordinaria, pues las necesidades del servicio impiden habitualmente la libranza.
El cansancio crea un clima propicio a los errores, tal y como reveló una encuesta realizada a través de DM Internet en octubre pasado. El 27 por ciento de los 175 médicos participantes aseguró haber sufrido algún accidente clínico por privación del descanso tras la guardia.
Se trata de la materialización de un riesgo de mayor alcance, pues el 84 por ciento afirmaba haber intervenido alguna vez con las facultades mermadas por este motivo.
En tales circunstancias, resulta aún más perentorio para el MIR recabar ayuda, pues María José Jiménez, profesora de Derecho Penal de la Universidad de Granada, sostiene que infligir un daño por falta de sueño -y siempre que se haya podido evitar- se podría considerar imprudencia temeraria

EN ESTA PAGINA HAY INFORMACION DE SUMO INTERES PARA LOS RESIDENTES, PUES COMENTAN COMO REALIZARON MOVILIZACIONES EN UN HOSPITAL DE CASTILLA LA MANCHA:


http://mircam.mundoforo.com/image-vp31.html

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