Durante la etapa de residente hay un año, concretamente el segundo, en el que nos encargamos de realizar la ph metria ambulatoria de 24 horas. Preparamos el material, calibramos el phmetro, lo colocamos en el paciente y al dia siguiente registramos los datos obtenidos y hacemos un informe, para realizar de nuevo el mismo bucle dia tras dia. Nuestro maestro y mentor en esta tarea es Nacho, nuestro residentes mayor de cuarto año, que con paciencia nos explico el primer dia el funcionamento y cada vez que tenemos un problema siempre está ahi para ayudarnos.
A priori todo es facil y aparentemente una tarea divertida, pero todo se enturbia por diversos motivos. Los pacientes nunca llegan a su hora, arrastrando siempre una demora de casi 20 o 30 minutos, nunca encuentro la peticion del dia porque la secretaria tiene la carpeta de phmetria mas descolocada que el sumario del caso Gal, y eso que muchos dias la intento ordenar, pero al dia siguiente te encuentras con el mismo desorden ... Y el problema mas grande de todos es el dia que estas de saliente de guardia. Si Pilar está, ella lo hace encantada ( menos mal ¡¡¡ gracias por todos los dias que me has hechado un cable ), pero si esta de guardia o saliente como yo, hay comienza el dilema, pues aunque grites a los cuatro vientos que te vas a descansar a tu casa despues de dormir en una camilla de exploracion mas dura que la mesa donde estoy escribiendo ahora mismo, nadie de los teoricos responsables de realizar esta tarea te hacen caso y al final acaba realizandola uno mismo gracias a la ayuda de algun antiinflamatorio para paliar el dolor de espalda por el inadecuado descanso.
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