Por meritos propios, un anonimo ha dejado un comentario en una entrada publicada 'Asi era yo hace un año', que trata sobre su experiencia en la UCI de algun hospital de la geografia española como paciente. Cuenta en resumidas cuentas nos relata como fue tratado, como se sentia, que cree que deberia mejorar, ... Bajo mi punto de vista creo que en un blog de un medico interno residente que esta aprendiendo el arte de la medicina, este comentario nos reafirma en el poder de la palabra amable, humana y calida con el paciente. Ese noble arte que ahora que empezamos debemos alimentarnos de él hasta la saciedad, para que con el paso de los años nunca olvidemos la base de una buena praxis medica.
Este es el comentario:
Anónimo dijo...
Ojala que la realidad de la uci con tantos profesionales buenos como decis, fuera lo que siempre he creido pero hay muchas cosas que no se ven y que no se cuentan. Falta bastante humanidad en muchos de esos profesionales, tacto, medias verdades que se convierte en algo peligroso, y poco acercamiento al enfermo. Las máquinas desde el umbral de la puerta pueden verse pero el enfermo necesita mucho mas del contacto y del acercamiento máxime cuando se esta en la soledad mas amrga y te toca un o una enfermera que te hace callar o te amenaza con atarte, cuando la familia no te puede dar la mano mientras sufres y quizás no la vuelvas a ver mas. Cuando los celadores no llegan para el cambio postural y estas en la misma postura hasta doce horas y cuanto menos 8, eso si, las 4 horas si hay un enfermero empático que siempre quisieras que te tocase cuando se rifa la cama, al que se venera con todo el cariño del mundo y nunca se olvida. Gracias a esa gente que en silencio hace su trabajo y es capaz de dar mas y hacer que haya días buenos. El personal de la uci tendría que ser todo en esa linea, pero por desgracia hay mucha gente que no debiera estar ahí e incluso imparten clases, lo acabo de ver, pero solo su conciencia podra decirles si deben de estar donde estan, aunque dudo que tengan un pepito grillo dentro de ellos. La uci debe cambiar y hacer una selección de personal, también deben dejar a un familiar que este al lado de la persona,es duro esperar todo el día para solo verle una hora, eso si no te encuentras con la sorpresa de que ya no lo veras con vida nunca mas y no te has podido despedir. Solo decir a esos residentes que vais a elegir esa especialidad tan bonita pero tan dura que no os olvideis nunca que no hay camas sino personas y que la familia tambien sufre mucho y que cuando suena una alarma hay que acudir no dejeis nunca que se apague una alarma sin ver al paciente solo por constumbre y pensar que un minuto a veces salva una vida. Gracias
14 de julio de 2008 6:07
Ojala que la realidad de la uci con tantos profesionales buenos como decis, fuera lo que siempre he creido pero hay muchas cosas que no se ven y que no se cuentan. Falta bastante humanidad en muchos de esos profesionales, tacto, medias verdades que se convierte en algo peligroso, y poco acercamiento al enfermo. Las máquinas desde el umbral de la puerta pueden verse pero el enfermo necesita mucho mas del contacto y del acercamiento máxime cuando se esta en la soledad mas amrga y te toca un o una enfermera que te hace callar o te amenaza con atarte, cuando la familia no te puede dar la mano mientras sufres y quizás no la vuelvas a ver mas. Cuando los celadores no llegan para el cambio postural y estas en la misma postura hasta doce horas y cuanto menos 8, eso si, las 4 horas si hay un enfermero empático que siempre quisieras que te tocase cuando se rifa la cama, al que se venera con todo el cariño del mundo y nunca se olvida. Gracias a esa gente que en silencio hace su trabajo y es capaz de dar mas y hacer que haya días buenos. El personal de la uci tendría que ser todo en esa linea, pero por desgracia hay mucha gente que no debiera estar ahí e incluso imparten clases, lo acabo de ver, pero solo su conciencia podra decirles si deben de estar donde estan, aunque dudo que tengan un pepito grillo dentro de ellos. La uci debe cambiar y hacer una selección de personal, también deben dejar a un familiar que este al lado de la persona,es duro esperar todo el día para solo verle una hora, eso si no te encuentras con la sorpresa de que ya no lo veras con vida nunca mas y no te has podido despedir. Solo decir a esos residentes que vais a elegir esa especialidad tan bonita pero tan dura que no os olvideis nunca que no hay camas sino personas y que la familia tambien sufre mucho y que cuando suena una alarma hay que acudir no dejeis nunca que se apague una alarma sin ver al paciente solo por constumbre y pensar que un minuto a veces salva una vida. Gracias
14 de julio de 2008 6:07
Gracias por este emotivo comentario. Reivindicas la humanizacion de la medicina, hecho que te honra. Espero que despues de este empeoramiento de tu salud ahora estes mejor. Espero amig@ anonim@ que hagas algun comentario tan emotivo como este, pues creo que si consigues que alguien cambie leyendo estas palabras cargadas de humanidad y comprension al enfermo, la medicina cambiara pronto.
Un cordial saludo.
3 comentarios:
Gran entrada. Enhorabuena al autor del comentario. Mas humanidad y menos grandezas. El grande se eternizara mientras el pequeño quiera ser mas grande que los demas.
Al hilo de esta entrada, quiero comentaros mi experiencia más reciente en el Hospital Universitario Vírgen de la Arrixaca de Murcia. 3 semanas ha durado la estancia de mi padre en la 3ª planta, cirugía general. El resultado de una endoscopia programada le llevó allí, tras un diagnóstico muy triste, cáncer de esófago. Por su edad y por un problema pulmonar grave, añadido, sólo han podido poner un tratamiento paliativo, una prótesis esofágica para poder alimentarse. Amparados en esta intervención endoscópica, decidimos que él no conociera el diagnóstico real. Y así ha sido. Los dos médicos que le han estado viendo, ambos del equipo del prestigioso Dr. Parrilla, le han tratado con una humanidad, un cariño y un respeto dignos de elogio en dos personas tan jóvenes y a la vez, tan increíblemente profesionales. El lo ha agradecido, pero la familia, a la que a la veces se olvida en estos momentos, hemos quedado encantados con ese trato recibido. Gracias a la Dra. Arancha López, un encanto de persona, y al Dr. David Ruíz de Angulo. Personas así, hacen grande la medicina, aunque el diagnóstico sea tan duro. Gracias.
Al hilo de esta entrada, quiero comentaros mi experiencia más reciente en el Hospital Universitario Vírgen de la Arrixaca de Murcia. 3 semanas ha durado la estancia de mi padre en la 3ª planta, cirugía general. El resultado de una endoscopia programada le llevó allí, tras un diagnóstico muy triste, cáncer de esófago. Por su edad y por un problema pulmonar grave, añadido, sólo han podido poner un tratamiento paliativo, una prótesis esofágica para poder alimentarse. Amparados en esta intervención endoscópica, decidimos que él no conociera el diagnóstico real. Y así ha sido. Los dos médicos que le han estado viendo, ambos del equipo del prestigioso Dr. Parrilla, le han tratado con una humanidad, un cariño y un respeto dignos de elogio en dos personas tan jóvenes y a la vez, tan increíblemente profesionales. El lo ha agradecido, pero la familia, a la que a la veces se olvida en estos momentos, hemos quedado encantados con ese trato recibido. Gracias a la Dra. Arancha López, un encanto de persona, y al Dr. David Ruíz de Angulo. Personas así, hacen grande la medicina, aunque el diagnóstico sea tan duro. Gracias.
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